Cómo aprender a interpretar una carta astral

Se dice que el alma elige el momento exacto en el que nacer; instante en el que las estrellas se disponen de una manera concreta en el Cielo. Nosotros somos quienes elegimos, desde el libre albedrío, llegar a La Tierra con un Sol en Leo, por ejemplo. Ahora os enseñaremos a aprender la carta astral.

A través de los cursos de astrología podemos estar acompañados en este viaje de autoconocimiento, pues la astrología es un campo tan extenso como profundo y es por medio de la astrología hermética que podemos encontrar nuestra esencia.

Qué es y para qué sirve una Carta Astral

Una Carta Astral es un mapa que comprende por completo la psiquis y el destino del consultante. En ella se pueden identificar las tendencias, los conflictos psicológicos más complejos, sus potencialidades, la forma en la que transformar la crisis en una situación beneficiosa y de crecimiento.

También llamada Carta Natal, este mapa circular representa la posición del Cielo al momento de nacer.

Se trata de un dibujo que aúna lo externo con lo interno.

Los datos necesarios para obtener este mapa son la fecha y el lugar de nacimiento, además de la hora, lo más exacta posible. Con estos datos obtendremos tres de los puntos más esenciales de una Carta Astral: la posición del Sol, la posición de la Luna y el Ascendente.

aprender carta astral

Los entresijos de la Carta Astral: aprender a leer una carta astral

La Carta Astral se compone de varios elementos clave que, poco a poco, irán entrelazándose para otorgar una interpretación aún más completa. Si bien podemos realizar una interpretación bastante profunda a través de puntos clave teniendo en cuenta al Sol, la Luna y el Ascendente, nos encontramos también con los planetas, las casas, los signos zodiacales y otros factores como los elementos y las modalidades.

Los 4 ejes

Es a través de los datos básicos (fecha, lugar y hora de nacimiento) que obtenemos los ejes de la carta astral. El más conocido y básico para la interpretación es el eje Ascendente-Descendente (yo- el otro).

El Ascendente (Asc) se identifica con el signo que aparece por el horizonte al momento de nacer y nos habla de la forma principal de afrontar la vida. Marca cómo somos vistos por los demás e incluso las máscaras que tomamos para ser conocidos. El Ascendente será crucial para acceder a nuestra esencia más pura y nuestros talentos ocultos.

El Descendente (Desc), punto opuesto al Ascendente, habla sobre nuestras relaciones, así como las cualidades que buscamos en otros (habitualmente en la pareja) debido a la dificultad para conectar con las cualidades del signo en el que se halle el Descendente. También suele representar actitudes que salen a la luz cuando el individuo no expresa su Ascendente.

Luego encontramos el eje Medio Cielo-Fondo Cielo (lo público-lo íntimo).

El Medio Cielo (MC) nos habla de cómo deseamos ser conocidos en el mundo. Habitualmente se relaciona con la vocación, metas y nuestra disposición en la realización personal y ambiciones. Cómo somos conocidos en la vida pública. Mientras que el Fondo Cielo (FC, IC o Imum Coeli) trata sobre lo heredado, sobre el pasado, el hogar y la infancia, así como la familia. Ideas inconscientes que nos influyen en la vida.

Los 4 cuadrantes

Cuando nos encontramos por primera vez cómo aprender una carta astral observamos que la misma se divide en cuatro secciones diferenciadas. Cada una de ellas expresa diferentes áreas genéricas de la vida.

  • El primer cuadrante se corresponde con las casas 1,2 y 3, casas que tienen la función de identificar los verdaderos deseos del ser, la autoexpresión y la fuerza de voluntad.
  • El segundo cuadrante con las casas 4, 5 y 6, casas directamente relacionadas con la infancia y cómo esta forja la estabilidad emocional, la autoestima y la responsabilidad.
  • El tercer cuadrante se relaciona con las casas 7, 8 y 9. En este sentido, la energía engloba la relación con los otros y el individuo crece a través de la relación con los demás.
  • Y el cuarto cuadrante con las 10, 11 y 12, casas centradas en lo transpersonal. En estas áreas, la energía del individuo se enfocará en llegar a causas mucho más grandes que  yo.

 

Los 12 casas

Así como la carta está dividida en cuadrantes, también la encontramos seccionada en 12 áreas conocidas como casas. Cada una de las casas representa un aspecto muy específico sobre la psique del individuo y, tradicionalmente, cada casa se corresponde con un signo del zodíaco.

Las casas nos hablan del ámbito de la vida en la que los planetas se expresan con más fuerza. Son como los escenarios de una obra de teatro.

Así, la casa 1 se corresponde con la forma de expresión más natural. Como iniciamos o enfrentamos las pruebas de la vida.

La casa 2 con las posesiones materiales y la confianza en nuestro potencial.

En la casa 3 aprendo, me comunico y viajo a lugares cercanos.

Con la casa 4 forjo mi subconsciente, mis herencias familiares, mis creencias, mis costumbres, mi seguridad interior. Creo un hogar.

En la casa 5 me expreso a través de la espontaneidad, del juego y la creatividad (hijos, azar, sexo ocasional).

En la casa 6 la vida es simple. Las responsabilidades materiales, el día a dia: trabajo, cocino, ayudo a los demás.

Con la casa 7 me relaciono a través de las relaciones de pareja como socia, como un igual, así como con socios profesionales.

En la casa 8 mi ego comienza a difuminarse. La renuncia. Mis bienes toman un cariz más intangible. Comienzo a comprender la ausencia de límites a través de la fusión con el otro: la sexualidad (emocionalidad), el manejo del dinero ajeno, los patrones familiares.

En la casa 9 mi conciencia viaja, trascendiendo el yo, ya sea a través de la abstracción como a través de viajes al extranjero, conocimiento superior, contacto con guías espirituales, mundos ficticios.

Con la casa 10 me realizo a nivel vocacional. Busco el éxito y el reconocimiento. Doy a conocer mis virtudes a través de la imagen pública.

A través de la casa 11 me ofrezco al mundo, aporto mis dones sumándome a proyectos o grupos.

A través de la casa 12 me zambullo en lo inexplicable. encuentro la manera de superar los miedos y la grandes pruebas de la vida. Responsabilidades espirituales. Trato de recordar que no soy nadie. Cierro ciclos y preparo los nuevos.

Los 12 signos zodiacales y planetas

Si las casas se identifican con el escenario, los signos zodiacales pueden corresponderse con la decoración del mismo. Es una de las claves al aprender la carta astral.

Los 12 signos zodiacales expresan diferentes energías e impregnan cómo se vivencia cada área de la vida (casas).

Además, cada signo cuenta con un planeta característico, conocido como planeta regente (y, en ocasiones, co-regente) que interpreta de una forma mucho más contenida y protagonista la energía del signo zodiacal.

De entre los planetas que comenzamos estudiando se encuentran las luminarias (el Sol y la Luna). Estos dos elementos de la carta nos hablan de puntos tan profundos como nuestra esencia masculina y femenina, nuestro padre y nuestra madre, nuestras motivaciones y emociones.

Los elementos (cuadruplicidad) y cualidades (triplicidad)

Cada signo se identifica con un elemento, de entre los que podemos encontrar agua, fuego, tierra y aire, así como con las cualidades fija, cardinal y mutable.

  • El elemento agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) impregna a los signos de emotividad, profundidad e intuición.
  • El elemento fuego (Aries, Leo y Sagitario) otorga dinamismo, alegría e individualismo.
  • El elemento tierra (Tierra, Virgo y Capricornio) provee a los signos de persistencia, sensatez y practicidad.
  • Y el elemento aire (Géminis, Libra y Acuario) proporciona rapidez mental, sagacidad y curiosidad.

Por otro lado podemos encontrar las cualidades, que no es sino la intensidad de expresión de la energía en los signos.

  • Los signos de cualidad fija (Tauro, Leo, Escorpio y Acuario) tienden a preservar y optimizar.
  • Los signos de cualidad cardinal (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio) optan por iniciar y generar, mientras que los signos de cualidad mutable (Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis) se caracterizan por la flexibilidad y adaptabilidad.

Si bien estos puntos son clave y pueden otorgarnos una idea profunda de la psique del consultante, lo cierto es que, poco a poco, todos estos datos comienzan a interrelacionarse por la posición que ocupan los planetas, por ejemplo, y la distancia que surge entre ellos (aspectos).

Esta magnífica relación termina por convertir la astrología en un conocimiento de años de estudio que, sin embargo, da acceso a información privilegiada. Aprender a realizar una carta astral de la mano del maestro Álvaro Remiro sobre astrología helenística nos permiten comprender quiénes somos, qué hacemos aquí y cómo resolver nuestros conflictos internos.


Aprender carta astral
(c)
Escuela Solve

Comparte el artículo

Facebook
Email
WhatsApp
Telegram
error: Este contenido está protegido.